martes, 19 de noviembre de 2013

Juan Vida. El cristal con que se mira



   Es “una colección de collages que hablan de un presente turbio que anuncia un futuro oscuro”. Son las propias palabras del autor para resumir la exposición que presentaba en la Biblioteca de Andalucía.




   La mayoría de los collages parecen estar hechos con imágenes recortadas en papel y compuestas sobre un fondo que luego es cubierto con un cristal al modo tradicional de cualquier cuadro. Sin embargo un examen más detallado nos hace descubrir que se trata de imágenes digitales que se han grabado directamente sobre el cristal. 

   Esta forma de presentar los trabajos permite darles un aspecto de collage tradicional pero con una transparencia mejorada que llama la atención y te incita a observar la siguiente obra colgada de la pared.

   La impresión en cristal no ha sido sólo una forma nueva de presentar los trabajos, por el contrario es lo que ha dado todo el significado a la exposición: “Para que las imágenes saltaran de lo virtual a lo material, del ordenador a la mesa, recurrí a la impresión sobre cristal, tan limpia y profunda como la de la imagen en la pantalla. El descubrimiento de este soporte me permitió contar, de nuevo ilusionado, que en este mundo traidor nada es verdad ni es mentira.” 


 

   Nos cuenta Juan Vida sobre la exposición que la primera idea surgió mirando la pantalla de un ordenador, y de ahí pasó a componer imágenes que le permitieran hablar de la angustia del hombre hoy, en el mundo actual que vivimos y que a veces se desmorona bajo nuestros pies.

   Casi todas las obras utilizan un lenguaje visual descarnado y muy agresivo, para provocar la reacción del público. 

   Lo primero que uno experimenta mirando cada obra es una especie de repulsa, a veces de angustia, también de rechazo. Pero pasada esta primera fase que alerta nuestros sentidos, nos hace preguntarnos por el porqué. Algunas veces descubrimos rápido lo que el autor quiere expresar y otras el mensaje se nos muestra ambiguo. Hay que mirar el conjunto para comprender.

   Las obras están expuestas agrupadas en pequeños conjuntos, que sirven para darle una armonía a la exposición, y para entender a veces el significado de cada una individualmente.

   Puede que el lenguaje utilizado no sea del gusto de todo el público, por su agresividad, pero es indudable que el autor consigue remover las conciencias de todo el que visita la exposición.

   Por esta razón me parece envidiable la capacidad que nos muestra Juan Vida para llamar nuestra atención, para hacer que nos detengamos y pensemos qué está pasando.

   A continuación muestro una selección de las obras que me han parecido más interesantes, aunque en verdad, todas lo son. Recomiendo a todo el que pueda que vaya a verlas en directo, pues merece mucho la pena. 
















   Aunque el lugar donde se ha expuesto la obra puede chocar al principio un poco y confundirte al entrar (hay que atravesar toda la biblioteca, casi sorteando las mesas donde el público disfruta leyendo los libros elegidos), pienso que después de un rato observando las obras, aceptas el lugar, incluso lo valoras como positivo. El silencio reinante en la biblioteca, que el público que visita la exposición intenta también mantener, hace que la reflexión de las obras sea más profunda y meditada, como si se tomara más en serio.


 

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